El imponente trabajo de la autoridad en la lucha contra el narcotráfico demuestra que éste aventaja en medios al propio Estado. Y por supuesto, evidencia que la vigilancia nunca será suficiente frente a la capacidad de adaptación que el fabuloso negocio permite a los criminales. Andalucía se ha convertido ya, de hecho, en una Colombia puente con Europa en la medida en que los “puertos” utilizados por los traficantes se mueven incontrolables desde Almería hasta Huelva pasando por Cádiz. Lo suyo sería que la Unión Europea, siguiendo el modelo intervencionista de EEUU en Hispanoamérica, se implicara en un esfuerzo que parece poco probable que España pueda mantener en solitario. Una defensa común debe ser afrontada entre todos y no tarea de un solo miembro.