Lamentable todo el asunto de Marbella, ese saqueo consentido que dejó al Ayuntamiento en cuadro e hizo cambiar de bando a la parroquia, de manera que los mismos que paseaban a hombros a Gil vitoreándolo, se revuelven hoy como una chusma insaciable ante el olor de la sangre. La imagen de Pantoja acosada y medio fuera de sí, abrumada por insultos e improperios, no puede ser calificada más que como la más chusca expresión de un revanchismo populista cruel y veleidoso. Porque son los mismos los que ayer la vitoreaban y quienes que ahora juegan a lincharla. Una lastimosa imagen, ya digo, indigna de un pueblo sano.
«…admirable Azorín, el reaccionario por asco de la greña jacobina», dice don Antonio Machado. Da asco ver esos asedios de gente desocupada y mala hiel.