Continúa el ruido en torno a las declaraciones de renta y patrimonio de nuestros líderes, estrategia suprema para ocultar la crítica situación que atraviesa la autonomía. Con la ingenua colaboración del PP, por cierto, que entra al trapo cada vez que se lo presentan, mientras la Junta concede ayudas millonarias antes de ser solicitadas a las “empresas amigas” o se dispone a lanzar “bonos patrióticos” para rematar la inasumible deuda, sin plantearse siquiera meter previamente la tijera en el gasto colosal que sostiene al “régimen”. No hay que hacer caso a esos falsos profetas que reclaman austeridad a todos menos a sí mismos. Ni olvidar que los problemas reales son otros. Justamente aquellos de los que la Junta no quiere ni oír hablar.