El portavoz autodidacta, Mario Jiménez, cargando las tintas, y la diputada calañesa, Cinta Castillo proponiendo investigar el urbanismo de los Ayuntamientos peperos, cuando va y resulta que la parcela que el Ayuntamiento de Punta Umbría, comandado aún desde la sombra activa por el propio Barrero, adjudicó en 2.700.000 euros al viejo compañero de viaje, Alfredo González (socio declarado ahora del nuevo candidato), sale a subasta, tan poco tiempo después, desde un precio de salida de 5.100 millones aunque los expertos no descartan que alcance los 8.000. Ay, ay, ay, que esto no se acaba, que no hay día sin piedra, que cada vez está más claro que el manguis también se ha globalizado y que, encima, son tan tontos que se dedican a tirarle piedras al contrario teniendo tanto tejado de cristal. Hay que recordar que en aquella Punta del “megaproyecto” fue Chaves en persona quien tuvo que poner pie en pared para frenar al propio Barrero. No sabemos qué pensara hoyo si se entera de lo que acabamos de contarles, pero seguro que le hace poca gracia.