Otra resolución del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, confirmando la adoptada en su día por el Juzgado de lo Social número 2 de Huelva, pone en la más absoluta evidencia –aunque, a buenas horas, mangas verdes— a los tránsfugas del Ayuntamiento de Gibraleón que despidieron sin contemplaciones a los trabajadores municipales “por discriminación política”. ¡Bendita Justicia que reconoce las evidencias años después, cuando ya no tienen remedio las consecuencias de la barrabasada política! Pero, en fin, menos da una piedra, y lo que el TSJA acaba de decirle a ese Ayuntamiento tramposo es que el despido aquel fue “nulo radical” y vulneraba el derecho fundamental a la libertad ideológica. En el ‘gulag’ olontense, Serrato hace y deshace por encima y más allá de la Ley. Francamente, se echa de menos un escarmiento.