Dos consejeros/as, por lo menos, han sacado a relucir ese palabro, “proactivo”, para calificar la actitud de la Junta en el escándalo de los EREs. Pero ni “proactivo” significa nada en español (consulten el DRAE) ni lo que intenta sugerirse con su uso parece confirmado por los hechos, sino todo lo contrario, pues no parece cierto que la Junta se fuera antes que nadie a la Justicia sino que lo hizo una vez que otros se le habían adelantado. Se comprende tanto desconcierto verbal en función del que padecen ante unas evidencias que cada día que pasa resultan más aplastantes. Nunca la autonomía conoció un negocio sucio de esta envergadura. Eso se puede decir ya aunque el baile, probablemente, no haya hecho más que empezar.