Los “interinos” de la Junta de Andalucía acaban de denunciar que en nuestra Administración autónoma figuran “en fraude de ley” nada menos que ¡30.000 trabajadores! Como la Junta viene haciéndose trampas en el solitario desde la “preautonomía”, el lío de nuestra “función pública” desborda ya por completo lo establecido en la ley y el correspondiente estatuto, irreconocible hoy hoy en el batiburrillo de funcionarios con todos sus avíos, “funcionarios interinos” (valga el oxímoron), interinos con oposición pero sin plaza (que aguardan pacientes o traspuestos en su “bolsa”), y ese personal laboral indefinido (vulgo “enchufados”) que, contra lo dictado por los propios jueces, ejerce las funciones genuinas de los primeros. Crudo lo tienen ante esta merienda el “Gobierno del cambio” pero, sobre todo, crudo lo tienen los ciudadanos legítimos aspirantes a entrar en ese cortijo por la puerta principal.