Siempre hubo un gran trecho separando la realidad del deseo. Y lo sigue habiendo. No tienen más que ver la paradoja revelada por el CIS gubernamental: si un 60 por ciento de los electores andaluces quiere que el “régimen” cambie, un 65 no espera que eso ocurra. El inconsciente colectivo sabe mucho mejor que los sociólogos de qué va la vaina y quien más quien menos es consciente de que en su escalera encuentra cada mañana un pelotón de clientes del PSOE. Nada ilustra mejor el concepto de “régimen” que eso: la conciencia escindida que tiene por inútil aspirar a lo que realmente se desea. Bien pensado, a doña Susana no le van a faltar socios.