Se comentaba ayer desde el puente de mando de este diario: el pasado “régimen” mantenía chiringuitos que gastaban prácticamente su presupuesto en pagar la turba de enchufados, que era su auténtico objetivo. Como la Agencia Andaluza de Instituciones Culturales, dotada con 24 millones, de los cuales 18 iban a parar a sus ¡483 beneficiados! –con sueldos admirables, por cierto—y 5 a gastos corrientes, lo que equivale a decir que sólo le quedaba ¡un millón! para invertir en sus presuntas tareas. Hace bien la consejera de Cultura en destapar lo que sus antecesores han venido ocultando uno tras otro, a saber, que el partido gobernante en las cuatro décadas pasadas utilizaba el dinero público para nutrir su clientela. Quienes se preguntan por las razones del arraigo sociata en Andalucía tienen en ese chiringo un espléndido argumento.