Vuelva la inquietud a la sede sociata en la que siempre se han visto los triunfos recreativistas como ventajas objetivas para el Superalcalde. Ya en la anterior campaña de ascenso era manifiesto el canguelo al éxito hasta le punto de que al eterno candidato, Pepe Juan, le dio por ir al Nuevo Colombino donde alguna vez, percatada la afición de la intención electoralista del gesto, hubo de recibir alguna bronquilla sonora. Y ahora, lo que faltaba, otra perspectiva cada día más clara de ascenso a la Liga de las Estrellas y en vísperas de las municipales, nada menos, una eventualidad que –como ya sucediera la otra vez—haría mejorar todavía más las expectativas electorales de Pedro Rodríguez. No hay que arremoplinarse que añun queda liga por delante y obstáculos sobrados. Si lo sacamos a plena luz es porque estas miserias demuestran que, lamentablemente, en estas circunstancias, el Recre también es “más que un club”, al menos para ESa “mesa camilla” que tanto teme a la ‘baraka’ del rival que la tiene hace tres legislaturas a los pies de los caballos.