Es natural que un abogado haga cuanto está en su mano a favor de su cliente, y lo es de sobra que el que defiende al imputado por la presunta estafa masiva a inmigrantes que, según la Guardia Civil y la Fiscalía, podría atribuirse a la organización ‘Huelva Solidaria’, eche el resto para salvarle de la dura pena que se pide para él. Pero una cosa es ejercer ese derecho como mejor proceda y otra muy diferente salir con que aquí no hay más que un proceso “exclusivamente político”, no se pierdan la ocurrencia, en lugar de un enredo lamentabilísimo que creen los investigadores que podría haber supuesto la estafa de 40.000 inmigrantes indefensos. ¿Qué quiere decir el abogado con ”proceso político” y cómo se atreve a lanzar semejante acusación a una Fiscalía que lo que ha hecho es sopesar los informes de las policías? Verdaderamente es curiosa la correa demostrada en algunos casos por una Justicia que, en otros supuestos, cruje al más pintado en cuanto se desmanda.