No es por machacar la herradura, pero la verdad es que no hay modo de evitar el escándalo que supone el continuo descubrimiento de casos de nepotismo en la vida pública andaluza, casos que llegan –por no citar más que los recientes– desde la hija, el hijo y los hermanos de Chaves a la hija de Viera, a la mujer de Velasco, al hermano de Cabañas, al cuñado de Jiménez, a la hija de tal candidata, el novio de cual alcaldesa, al marido de la concejala y hasta al vecino de debajo de algún un director general. La familia es un sub-elemento de la clientela y ésta el sostén del partido. Los paganos del tinglado completo, ni que decir tiene, somos los dóciles contribuyentes que formamos la muchedumbre silenciosa.