La crisis afecta a todos, como es natural, pero sus efectos harán más daño allí donde peor estaban las cosas antes de su reconocimiento, que es también donde peor siguen estándolo. En Andalucía, donde no crecerá el empleo, según la propia Junta, hasta 2012 como mínimo, el parón en Obras Públicas caerá como otro mazazo y la eventual subida de impuestos autonómicos que ahora anuncia Griñán tras haberla negado con vehemencia, puede ser la puntilla. No había insidia en la denuncia del “optimismo oficial”, como tantas veces se nos echó en cara. Lo que había era mucha cara en los optimistas oficiales.