A las mujeres de Delphi no las dejaron aplaudir las intervenciones de la oposición en el debate parlamentario celebrado antesdeayer. Normal, dadas las circunstancias. La oposición, por su lado, exigió medidas concretas (¡como si existieran!) y no sólo palabras, mientras que Chaves les devolvía el pelotazo reclamando ciega y silenciosa confianza en él. Llegó a decir, incluso, que todas las empresas andaluzas con problemas habían salido adelante gracias a la Junta sin que nadie le pidiera el detalle de ese milagro. Y en consecuencia, reclamó confianza en él con el compromiso de que no se olvidará de la situación tras las elecciones. Es decir, lo de siempre y dos huevos duros: el camelo de que se están buscando soluciones donde hasta el más optimista sabe que no las hay. Con el silencio de los sindicatos, con el oportunismo de la oposición y con la absurda estrategia dilatoria de la Junta. La única solución para Delphi es organizarle el futuro no entretenerla con el pasado.