El Mundo denunció hace la intemerata que en Valverde del Camino la industria del calzado empleaba mano de obra ilegal (mujeres ‘aparadoras’, menores en trabajos domésticos), que disponía de chivatos en la propia Administración para neutralizar aún más a la cegata Inspección de Trabajo y que hasta disponía de ‘zulos’ y salidas de urgencia para burlar eventualmente a esos inspectores. No lo negó la alcaldía Cejudo/Donaire, es decir, el “pacto de progreso”, sino que admitió que se trataba de una situación que requería un largo esfuerzo, hasta que, al fin, el gran Donaire, menestral para todo de Cejudo, dio la cara (en un “desayuno de trabajo con los medios locales”, no se lo pierdan) para anunciar ‘urbi et orbe’ que, al fin, la lacra había sido extirpada. Pues bien, La FIA-UGT, cuña de la misma madera, sale ahora diciendo que si quieres arroz, Catalina: que en Valverde la industria sigue “descansando sobre mano de obra ilegal”. Tomen del frasco y anoten los electores. El pobre ‘Wenceslao’, personaje imaginario que guió a El Mundo en su descenso a los infiernos, ahí sigue tal cual.
Se pilla antes a un mentiroso que a un cojo… aunque yo mejor no digo nada no sea que los “periodistas” del boletín tal vean malas intenciones en mis palabras