El cambalache entre PSOE e IU para impedir que el PP gobierne en Andalucía es de goma. No tienen más que recordar como nada ocurrió cuando la presidenta Díaz ejecutó tan torpemente el “metesaca” de los “okupas”, dicho sea en sentido taurino, que la dejó como a Cangacho en Almagro. O ahora escuchar al consejero de Justicia diciendo que el fraude masivo de la formación profesional (que incluye a Junta, sindicatos y empresarios) no es más que un “bulo”, mientras desde IU un portavoz autorizado lo califica de “escándalo”. ¿La clave? Pues que Díaz no sería nadie sin IU e IU sin Díaz no sería nadie. No cabe esperar que la gente salte voluntaria del todo a la nada, ¿no les parece?
Si Pedro García Cuartango anduviera por estos lares es probable que ya hubiera plutarqueado con las vidas paralelas de IU y PA.
La pezoe andaluza ya tiene experiencia en que le besen el ‘orto’ y sabe cómo comportarse en la situación. ¿Recuerdan aquella pléyade de los ortegas, los arocas et al.? No creo que tardemos mucho en ver a los valderillas y sus monaguillos rodando por tertulias de menos de medio pelo o por barras de bar con la lengua entorpecida por el alcohol. ¡Lástima de siglas que un día provocaron esperanzas!