Al ex-fiscal De Llera no lo ha hecho Griñán consejero de Justicia para que arregle ese clamoroso enredo burocrático sino para que actúe como su abogado defensor en el caso de los Eres fraudulentos y las prejubilaciones falsas. Por eso, aunque suele protestar que no hace declaraciones para evitar su deformación periodística, no deja de hacerlas cada vez que se tercia defender al Presidente de su responsabilidad –quizá no sólo “in vigilandi”—en la trama de ese escandalazo. Antier mismo proclamó con rotundidad la inocencia del Presidente olvidándose de que eso sólo está en condiciones de hacerlo la juez que instruye el sumario. Vaya papelón que le ha tocado a De Llera en este asunto que cada día que pasa se agrava más.