Ayer se debatió en el Congreso una nueva y preocupante proposición populista, en esta ocasión firmada por el PSOE. En ella se avisa sobre el creciente “estrés” soportado por nuestros estudiantes de Media y se recomienda, con medidos eufemismos y circunloquios, ni más ni menos que abrir la mano en los exámenes para facilitar el paso cómodo a la Universidad. Y no se ofrece más solución para ello que promover la “educación emocional” en todas y cada una de las etapas estudiantiles. Definitivamente parece, pues, que se apuesta por el tono bajo en detrimento del imprescindible esfuerzo, señuelo tan absurdo como seductor para los estudiantes y sus familias, pero fatal garantía de un descenso del nivel educativo que habrá de pagar caro una sociedad cada día más compleja.