En el fondo, no le viene del todo mal a la Junta de doña Susana el zambombazo que acaba de propinarle el Gobierno de don Sánchez al nombrar a 8 gobernadores 8 de la acera de enfrente. ¿Por qué? Pues porque si en el futuro unos y otros perdieran Andalucía, los sanchistas culparán de la catástrofe al susanismo de la misma manera que éste los señalarán a ellos con el dedo. Todos cabreados, pues, pero todos contentos en el fondo, porque no hay nada como una buena coartada –sobre todo si es doble—para atravesar el temporal. Volvemos a los tiempos en que Borbolla marcaba a Escuredo o, luego, a aquellos en que Guerra espiaba a Borbolla, aunque es obvio que los personajes no son los mismos ni por asomo. Lo que está por ver es si es cierto que el cartero llama siempre dos veces.