Parece que Griñán, falto de mejores ideas, propondrá en el Debate sobre el Estado de la Comunidad la oferta a los desertores del aula que carezcan de trabajo dinero por volver a ella. Pero ¿de verdad queda alguien que crea que el desempleo o la enseñanza se arreglan dándole una propina a la “basca” como, sin el menor resultado, ya se hiciera otra veces? De aquí a les elecciones –dies incertus an incertus quandum—hemos de oír mucha morralla demagógica en boca de quienes no saben hace tiempo qué hacer para detener esta bola de nieve sobre la que nos arrastran por la cuesta abajo. Pero pocas o ninguna será tan descarada como ésta que ahora rescata del baúl de los recuerdos un gobiernillo por completo desconcertado.
Se trata, en mi opinión, de una tristísima admisión: buena parte del electorado no atiende a ideologías ni principios, sino al dinerito contante y sonante en la faltriquera.
Sdos