Alguien ha hecho cuentas para averiguar la diferencia real existente entre lo que un andaluz tributa por recibir una herencia y lo que pagan los demás españoles. Y ha llegado a conclusiones tan estupefacientes como que nuestra obligación es 100 veces mayor que la de un madrileño y 1.000 veces mayor que la de un canario. Para que se hagan una idea, el contable deduce que, por la misma cantidad heredada, aquí hay que pagar 164.000 euros y en Tenerife, un poner, nada más que 134. La presidenta Díaz propone corregir al alza en lugar de hacerlo a la baja, y endosarle el marrón a los españolitos de las demás comunidades. Lo que no se les ocurre nunca es ahorrar, no dilapidar. Está visto que lo más fácil es mandarle el publicano al pobre peatón.