A vueltas con el tópico de que el “Gobierno del cambio” trabaja mejor que comunica sus aciertos, el debatillo sobre la infrafinanciación de la sanidad andaluza, que amenaza ya con su inminente salida a las calles, se ve súbitamente cuestionado por las cuentas que ayer se nos descubrían. Resulta de ellas que desde los amenes de Chaves hasta los de doña Susana, el gobiernillo del antiguo “régimen” recortó durante una década la inversión en la sanidad pública, un déficit creciente –¡7.000 millones del ala!—que no se comenzó a paliar hasta que llegó al Poder el moderado “cambio”. Año reciente hubo en que Andalucía encabezó la aportación a la cuitada atención primaria que ahora esgrimen como un garrote la oposición y los sindicatos. Sólo ellos podrán saber por qué no lo hicieron en aquella década.