No habló Griñán en el Parlamento andaluz. Era lógico. Dejó a su consejera que no pudo determinar a cuánto asciende el beneficio ‘per cápita’ aunque sí dejó caer algunas frases para la memoria. La Junta se ha limitado a hacer de cirineo de ZP en su lucha entreguista por conservar el Gobierno, permitiendo que la comunidad más rica se lleve lo que debieran llevarse las más pobres, como la nuestra, y exponiéndose a la tremenda chulería de unos “socios” privilegiados que se jactan de haberle ganado por la mano al Estado. La continuidad de ZP le va a costar a Andalucía lo que no puede pagar, mientras la Junta celebra con cinismo el enorme traspiés. Cornudos y contentos: ése es el lema que nos propone tras su fracaso la autonomía andaluza.