Un lío, eso de las consultas populares, y no sólo en la Cataluña agitada por los secesionistas. Aquí mismo, en Andalucía, un alcalde del PSOE se pasa por el forro el resultado de una ellas convocada conforme a la ley, en el paraíso serrano de Galaroza, y se niega a recuperar la gestión municipal del agua que exige la mayoría de los vecinos, hoy por hoy en manos de Giahsa, el gran montaje provincial de Huelva que “engrasa” a todos los partidos –y digo a todos—aparte de contribuir también con su óbolo a la merienda sindical. Es verdad que esas “consultas populares” no son vinculantes, pero también que saltarse a la torera la voluntad mayoritaria y expresa del pueblo no se le ocurre más que a un monterilla.