Que no, que no tragan con el plan Ensanche Sur, que ésa es demasiada obra –marcará un antes y un después en el urbanismo onubense—para que Chaves se la trague mientras el Ayuntamiento siga siendo fortaleza inexpugnable en manos de Pedro Rodríguez. Como antes en la Isla Chica, con el Ensanche se está cometiendo ese delito de leso onubensismo que es obstaculizar, zancadillear, trampear los proyectos señeros a base de enredos y trampantojos legales. Por encima de la Justicia si hace falta, como se demostró entonces y se está demostrando ahora: todo menos ver al Alcalde cortando la cinta de ese obrón que, por cierto, el PSOE de los setenta incluía en su ciudad ideal: llevar a Huelva lo más cerca posible de la Ría. Chaves está actuando de mala fe, incumpliendo su palabra solemne aunque electorera. Y lo que es peor, inútilmente, porque el Ensanche acabará haciéndose y lo hará este Ayuntamiento. La verdad es que cuesta entender la torpeza o/y mala fe de la oposición del PSOE a nuestra capital.