Optimismo de urgencia
El optimismo es estimulante, no cabe duda, pero hay que manejarlo con discreción, sobre todo en momentos críticos, para evitar que contribuya a la parálisis. Escuchar, por ejemplo, al consejero de Economía lanzar esa consigna apresurada de “No hablemos más de crisis” resulta poco sensato, por decirlo suavemente, ya que los indicios de mejora a…