Adiós a la francesa
Se fue Chaves –buen viaje haya—sin ruido, casi de puntillas. Deja tras de sí un panorama sombrío y una autonomía devaluada, la perspectiva inminente de más de un millones de parados, la incertidumbre más absoluta sobre el porvenir político y le melón sucesorio cerrado. ¡Vaya balance! Se comprende que ni se haya asomado al Parlamento…