Pulso sin sentido
La rebelión de los funcionarios es ya indisimulable y sus consecuencias, malas sin remedio. Que se hayan echado a la calle es ya no poco insólito y que estén mostrando tanta constancia permite confiar en que de este brete salga, de manera paradójica, una profesión más consciente de la necesidad de su independencia. Por graves…