Guerra del agua
Uno creía, ingenuamente, que las sentencias de los tribunales estaban, sencillamente, para cumplirse, pero la ministra Rosa Aguilar nos ha salido con un confitado eufemismo al proponer que se cumpla “desde el diálogo” la dictada por el TC sobre el disparate estatutario del Guadalquivir. O sea que el juez dicta sentencia y luego el Gobierno…