El estado deudor
Este año me he saltado el 23-F de Rumasa. Circunstancias, y también –no lo niego– cierta desazón, cierto cansancio. No hay modo de olvidar ese expolio, en cualquier caso, porque los datos que nos asaltan una semana sí y la siguiente también son tremendos y –volveré a insistir en ello– por pura resistencia a la…