Piedras a lo alto
Voltaire abría el comentario sobre la blasfemia en su “Diccionario Filosófico” con una discreta advertencia que debería hacer pensar a tanto volteriano de pacotilla como anda esta temporada por ahí tirando piedras a lo Alto: el origen griego de esa voz que significa ni más ni menos que “ataque a la reputación”, según el sentido…