El sexo pasivo
Vuelve periódicamente el negocio de la muñeca inflable, del maniquí plástico para uso y disfrute sexual del varón solitario, más bien del solipsista vocacional que no soporta a la mujer ni puede prescindir de ella: ni contigo ni sin ti, como en el fandango. Parece que el origen del artilugio se remonta a las marinas…