Robar una pizza
Suelo charlar con mi amigo juez sobre casos y sentencias, esas curiosidades de la vida que no caben en cabeza humana ni tocada de birrete. Lo del labriego condenado por arrancar una mata de poleo, lo del curruco enviado a la trena por matar dos jilgueros, o bien lo de ese joven “reinsertado”, como ahora…