La sociedad idólatra
Menos mal que ha terminado el fúnebre show de Michael Jackson. Las cifras asombran. Nunca un acontecimiento –dicen—alcanzó tal difusión en la tele, ni siquiera los JJOO de China o la toma de posesión de Obama. Lágrimas a gogó entre los 18.000 afortunados a los que, entre un millón largo de aspirantes, alcanzó la gracia…