Obras son amores
Cada tarde el aplauso rompe el silencio eremita y me convoca al balcón. Hay que ovacionar a los sanitarios, esos héroes que están dando una denodada lección de civismo al gentío confinado. ¡Cómo no sumarse a esa convocatoria! Cierto que no nos acordamos de santa Bárbara hasta que truena y más cierto aún el hecho…