Canción del suicida
Uno de los grandes maestros que he tenido el privilegio de conocer, don Enrique Gómez Arboleya, me regaló en su día una edición francesa de la obra de Durkheim sobre el suicidio, que conservo, con una dedicatoria enigmática: “Nunca se precipite usted al juzgar al suicida”. Don Enrique, el amigo de Falla y de Lorca,…