Oro mortal
Ningún parecido esta vez con las epopeyas de los buscadores de oro. Nada que ver con la visión aventurera de Jack London, ni con la descorazonadora (¿moralizadora?) peripecia de Mark Twain, menos aún con la amarga pero serena historia que le contó a Primo Levi en la celda aquel preso que se ufanaba de controlar…