El próximo curso docente en Andalucía va a ser el no va más de los novamases si se cumple siquiera la cuarta parte de lo prometido por la consejera optimista, Cándida Martínez, que acaba de anunciar la explosión final del proyecto de “centros TIC” (Tecnologías de la Información y la Comunicación), alcanzar los cuatrocientos centros bilingües (¿) en la comunidad, extensión hasta el millar de centro del programa “Deporte en la Escuela”, sin contar la tira a los que llegará ese enigma que son los “Proyectos de Paz” o la panacea de la “coeducación”. La casa por el tejado, como ven, puesto que la enseñanza sigue falta de medios humanos y materiales, carece de un sistema ágil de sustituciones en el profesorado, nunca logró ese “ordenador por cada dos alumnos” prometido cien veces desde hace años por Chaves y, por no saber, no sabe, ni cómo proteger a los alumnos del clamoroso fracaso escolar y a la comunidad educativa de la violencia creciente. Jauja. Doña Cándida sabe que no hay mejor defensa que la huida hacia delante.