A la consejera de Hacienda y Administración Pública, Carmen Aguayo, se le ha ocurrido apagar la luz por las tardes en las oficinas de la Junta para ahorrar. ¡Luminosa idea, auténtica de las del TBO! Mientras en otras autonomías cierran a porrillo las famosas empresas públicas que constituyen la “Administración paralela”, aquí nos conformamos con quitar los plomillos para ahorrar unas perras, pero ni pensar siquiera en reformar de verdad la mastodóntica nómina de “enchufados” a pesar de que los tribunales vienen denunciando una y otra vez el atropello que su enchufe supone. Hay que comprender que es el clavo ardiendo que le queda a Griñán pero también que en él puede acabar abrasándose.