Sabemos que la Junta autónoma (pero menos) actúa rigurosamente a remolque del “Gobierno amigo”. Toca ahora ver qué hace a la vista de las medidas de “recorte” anunciadas ayer por ZP. Lo previsible es que repercuta la bajada salarial sobre los funcionarios sin plantearse siquiera la imprescindible reforma del “sector público” –ese nuevo ‘INI’ que se ha ido construyendo a cencerros semitapados—que grava el coste real de la gestión pública andaluza en términos insufribles. Y es probable que paguen los más débiles mientras se mantiene el desbordado tinglado “paralelo” y, por supuesto, que ello ocurra contando con el silencio del sindicalismo financiado. Griñán no ha hecho nada hasta ahora contra la crisis. En adelante, mejor o peor, no tendrá más remedio que reaccionar.