Paces entre el Ayuntamiento y la Junta, promesa de Chaves de que dejará en paz el proyecto del Ensanche, compromiso del alcalde de entregar en el plazo de un mes los terrenos para la estación del AVE, acuerdo súbito sobre la conexión Huelva-Cádiz: miel sobre hojuelas. Supongo que mucho onubenses se preguntarán hoy por qué si era tan fácil ponerse de acuerdo no se hizo antes, cómo es posible que el zancadilleo de partido juegue con el progreso de una ciudad o una provincia facilitando o poniendo trabas según la coyuntura electoral o simplemente el interés partidista. De todas formas, Chaves acaba de dar un segundo regate a Barrero –el primero fue el parón del macroproyecto de Punta Umbría– que no hay modo de ocultar, a cambio de que el alcalde flexibilice las posiciones de su partido. El problema será a partir de ahora el de una oposición que, desde hace tres legislaturas, no sabe hacer otra cosa que obstruir al gobierno. Yo creo que, en conjunto, al alcalde ha ganado a los puntos a los que trataban de dejarlo k.o.