Caso indignante
Si al “caso Baena” –los presuntos despilafarros perpetrados en el Ayuntamiento con facturas falsas para sufragar visitas a costosos puticlubs—le faltaba algún ingrediente despreciable, ahí tienen la historia del chivatazo que avisó a los presuntos perpetradores de que la Guardia Civil espiaba sus teléfonos. Es un error distinguir entre corrupción mayor y menor, como si…