La aldea parlante
Uno no recuerda mejor caso demostrativo de que las necesidades se crean que la difusión fulmínea de la telefonía móvil. En los días anublados del desarrollismo franquista el número de teléfonos por habitantes (eso de ‘ratio’ no se estilaba todavía, al menos en el uso común) constituía el mejor indicador de progreso y prosperidad…