El presunto asesino de la niña Mari Cruz ha tenido la osadía de lanzarnos un panfleto en pleno juicio exigiendo justicia en los tribunales y no en los medios de comunicación, mientras su mujer aparecía en un popular programa de televisión diciendo lo contrario de lo que había dicho en la Sala. Es lo que nos faltaba por oír después del mamoneo que se han traído esos presuntos –como los del “caso Marta”—jugando de mala manera con policías y jueces, pero hay que convenir en que urge replantear la responsabilidad de esos “medios” que han hecho posible sus desahogos sin el menor reparo. Algunos de ellos se han convertido en escaparate de la miseria y deberían compartir con los miserables esa responsabilidad.