Desde el Partido Popular, Javier Arenas acaba de proponer la anulación de todas las tarjetas Visa hasta ahora en manos de cargos públicos, una medida que tiene su precedente en el Parlamento británico un grupo de cuyos diputados abusaron manifiestamente del dinero público a través de ellas. Aquí hemos tenido que esperar al insólito al denigrante asunto de un alcalde escandalosamente despilfarrador para pensar en esa medida que el sentido común reclama desde hace mucho tiempo. Y de paso exige la responsabilidad judicial de aquellos cargos públicos que hayan cometidos abusos probados, una medida que la sociedad viene reclamando en vano desde siempre. Si el gobierno del PSOE no se adelanta a adoptar esa medida es que no tiene sentido de la realidad.