¿Recuerdan ustedes que la ‘delegata’ de Turismo, Rosario Ballester, juraba por sus mengues en su momento que la Junta no tenía ni constancia del hotel que el “number one” de Marbella, Juan Antonio Roca, posee abierto sin papeles en El Rocío? Pues no debía de ser verdad, o bien quien miente es el consejero del departamento, Paulino Plata, cuando asegura que sobre el hotel en cuestión gravita todo un expediente. A ver, ¿conocía la Junta los manejos de Roca en Almonte, los conocían el Ayuntamiento y el partido, o acaso alguien ha tratado de tapar lo que está a la vista en beneficio de quien sea? Estando las cosas como están, y con insinuaciones como las últimas sobre los contactos y relaciones, de Roca con el primer nivel del chavismo, grabados por la propia policía, lo lógico sería despejar esa duda de una manera convincente. De otro modo, la Junta quedaría inerme frente a las especulaciones, con fundamento o sin él, que andan haciéndose sobre sus secretas culpas en Marbella y, en especial, sobre la llamada “conexión Almonte”.