Ya lo han visto: la Junta socialcomunista “recorta” hasta la raíz allí donde le resulta más fácil mientras deja intacta la pastizara allá donde más pesa su propio interés. Canal Sur, ese agujero máximo, seguirá recibiendo su dinero y, ya lo verán, a mediados de curso –si es que llegamos—irá al Parlamento a pedir “la extraordinaria” para cuadrar las cuentas. Y los barandas, los altos cargos del “régimen”, seguirán trincando las “cesantías” por la cara así como disfrutando de la casa gratis con que agradecemos su imprescindible gestión. ¿Quién pagará el festín, entonces? Pues la clase media asfixiada a impuestos y los sufridos funcionarios. Al pulpo, ni reñirle, ya saben. Cada cual arrima el ascua a su sardina.
La elite, ahora sociocomunista, seguirá exprimiendo el dorado cortijo, siempre, claro está, para provecho propio y de su entorno.