El objetivo del Servicio Andaluz de Salud (SAS) es único y sencillo: ahorrar como sea. Se prima a los médicos que producen menor gasto farmacéutico, se cubren las plazas de especialistas por quienes no lo son, se contratan médicos de urgencia por días y hasta por hora. Hasta dicen que se asignan a los centros hospitalarios las cantidades que habrán de ahorrar durante este ejercicio, allá se las avíe cada cual, y por supuesto, allá le vayan dando al usuario. El atasco de Vera (Almería) es sólo un caso y nada particular pero habla por sí sólo: un médico para atender la noche de 40.000 personas, ya que el SAS no ha contratado más que un facultativo en sustitución de los tres que están de vacaciones. Ahorrar es lo que cuenta. Al final, si no se producen males mayores, la consejera saldrá exhibiendo ese ahorro como un éxito de su gestión.