El buen rollito que se trae IU con el PSOE por arriba cruje por abajo de manera estruendosa. En Córdoba el PSOE anda acusando al gobierno municipal ni más ni menos que de echarse en brazos de un millonario sobrevenido que dicen que es quien de verdad gobierna Córdoba y no Rosa Aguilar, a lo que IU responde que más le vale callar a él por tantos motivos. En Sanlúcar de Barrameda, un parlamentario de la coalición sostiene que la dirección regional de Chaves estuvo y, por consiguiente, está detrás del “sobornazo” que acaba de ser condenado tan gravemente por la Justicia, y ya de paso denuncia la connivencia con un alcalde, como el de El Puerto, condenado y con varias imputaciones en lo alto, por el hecho de que garantice la continuidad del chavismo en la Diputación. Cohechos, prevaricaciones, sobornos: aquí no se habla de otra cosa y no es posible que la autonomía remonte mientras el panorama sea el que es y se mantenga la lucha de todos contra todos. Que vayamos a la cola en todos los indicadores no es, evidentemente, una casualidad sino una consecuencia del todo lógica.