El caso belga
El rey Alberto, como si no hubiera tenido ya suficientes penas en esta vida, tiene que vérselas esta temporada con la amenaza palpable de la desintegración del país. Bélgica se rompe sin remedio desde aquellos años 60 en que comenzó a rebullir la querella lingüística entre la más que acomodada mayoría flamenca y los francófonos…